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Hrvatsko nacionalno svetište

Majke Božje Bistričke

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El Beato Alojzije Stepinac y Marija Bistrica

El arzobispo de Zagreb y beato cardenal Alojzjije Stepinac (1937- 1960), como gran venerador de la Madre de Dios, estuvo muy relacionado con el Santuario de la Virgen de Bistrica. Caminando desde Zagreb, encabezó regularmente las procesiones anuales hasta el Santuario, y en esas ocasiones predicó la necesidad de la entrega personal a María en la oración, el sacrificio y la caridad. En el ano 1939 invitó a los obispos, sacerdotes y fieles de Croacia a apoyar la refacción del Santuario de Bistrica. Ese mismo ano, encabezando la peregrinación a Roma en ocasión del 1300 aniversario del establecimiento de las relaciones del pueblo croata con la Santa Sede,
anunció la consagración del pueblo croata a la Santísima Virgen María y la construcción del Calvario, con las estaciones del Vía Crucis.
En la fiesta de Cristo Rey de ese ano 1939, el arzobispo Mons. Stepinac colocó la piedra fundamental para la capilla de San Pedro, a los pies de la colina, junto a la Basílica y a la casa parroquial. Esta capilla serviría luego para la administración del Sacramento de la Eucaristía en días de peregrinaciones multitudinarias. Actualmente la capilla conserva la misma función, pero en ella se guardan también los dones votivos de los fieles y ocasionalmente se celebran allí encuentros de cofradías y asociaciones católicas.

La promesa de Stepinac a la Virgen Madre de Dios


“Madre, Te prometemos seguir siendo fieles y sinceros seguidores tuyos!. Fieles mientras susurren las aguas de nuestros arroyos, mientras corran nuestros ríos, mientras la blanca espuma se levante sobre las aguas de nuestro mar azul. Fieles mientras verdeen nuestras praderas, mientras nuestros sembrados reflejen sus dorados destellos, mientras nuestros bosques sigan ofertando su sombra: Fieles, mientras emanen perfumes las flores de nuestra Patria.”

Congreso Mariano internacional, en el ano 1971

La primera peregrinación multitu-dinaria luego de la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo el 15 de agosto de 1971. Se celebró así la finalización del VI Congreso Mariológico Internacional, efectuado en Zagreb, desde el 6 al 12 de agosto, y la culminación del XIII Congreso Mariano Internacional realizado también en la capital croata, del 12 al 14 de agosto. Su clausura tuvo lugar el 15 de agosto en Marija Bistrica. Ambos Congresos fueron organizados por la Academia Papal Mariana de Roma, a cuyo frente estaba el sacerdote franciscano croata padre Karlo Balié. En la celebración Eucarística, encabezada por el enviado especial del Papa Pablo VI, cardenal
Franjo Seper, a la sazón prefecto de la Congregación para la Propagación de la Fe de la Iglesia Católica (1968- 1981). Como se recordará, el Cardenal fue designado arzobispo zagrebiense a propuesta del Cardenal Stepinac y permaneció en el puesto entre 1960 y 1968). En Marija Bistrica se congregó, pese a las presiones del régimen, una multitud hasta ese momento nunca vista en naciones azotadas por el comunismo: 150.000 peregrinos.
Durante la celebración, a los fieles congregados se les dirigió, a través de Radio Vaticano, el Papa Paulo VI (1963-1978). Este mismo pontífice obsequió al Santuario de Bistrica un cáliz de oro.

El Santuario se convierte en Santuario nacional, en 1971

Durante la sesión plenaria de la Conferencia Episcopal de Yugoslavia, los obispos croatas declararon, el 3 de diciembre de 1971, al Santuario Mariano de Bistrica, como Santuario Nacional Croata de la Madre de Dios de Bistrica - Reina de los Croatas.
“Alma del alma de Croacia Madre de Jesús Sol de nuestras penurias No dejes de alumbramos.”

Congreso Nacional Eucarístico de 1984

La segunda peregrinación multi-tudinaria de la Iglesia Católica de Croacia, en tiempos del comunismo, se llevó a cabo el 9 de setiembre de 1984. Ese día a Marija Bistrica llegó una multitud de 400.000 peregrinos, para asistir a la celebración de los trece siglos siglos de cristiandad del pueblo croata. Las celebraciones se extendieron durante nueve anos, comenzando con la recordación del bautismo del duque ViSíeslav. Siguieron las festividades en el obispado de Knin que guarda la más antigua de las imágenes croatas de la Virgen María, la conmemoración en Solin, con el santuario más antiguo en honor a María, Nin con la famosa cruz votiva, hasta el 300 aniversario del primer hallazgo de la imagen milagrosa de la Virgen de Bistrica (1684.1984). La celebración culminó con el Congreso Eucarístico Nacional, encabezado por el arzobispo de Viena cardenal Franz Koenig, enviado especial del Papa Juan Pablo II, a quien por las circunstancias políticas reinantes en el país no le fue permitido venir a Croacia.
La homilía en esa oportunidad y en otras muchas celebraciones jubilares estuvo a cargo del arzobispo de Zagreb, cardenal Franjo Kuharic, quien durante sus alocuciones animó al pueblo católico croata en su fidelidad a la fe y a la identidad nacional.

Beatificación del cardenal Alojzije Stepinac

Entre los principales acontecimientos registrados en la historia del Santuario de Marija Bistrica, ocupan un lugar principal los sucesos del 3 de octubre de 1998, primer sábado de mes (siempre dedicado a la Virgen), y justamente en el mes tradicionalmente dedicado a María. Ese 3 de octubre, Juan Pablo II, el Papa polaco de la Croacia Blanca, peregrino de todos los templos marianos de la tierra, “Totus tmis” (“todo tuyo”, como reza su lema mariano), efectuó bajo la imagen negra de Nuestra Senora de Bistrica - Reina de los Croatas, la beatificación del cardenal Alojzije Stepinac (1898-1960), ante medio millón de peregrinos. Mientras la multitud cantaba con alegría y entusiasmo las estrofas de la canción popular navidena “ahora el cielo lo anuncia y la voz desde el cielo lo confirma...”, el firmamento- que desde la noche anterior y hasta ese momento había permenecido encapotado, se abrió súbitamente en el momento en que el Papa proclamaba al nuevo beato,
derramándose sobre el altar los rayos de un sol intenso y duradero. La escena fue registrada por camarógrafos y fotógrafos de todas las latitudes y causó una profunda impresión en la concurrencia.
En el hecho de la beatificación del Cardenal mártir, el pueblo croata reconoció la victoria de la justicia sobre el mal, y particularmente, el triunfo sobre las doctrinas totalitarias del fascismo, el nacionalsocialismo y el comunismo. Era la victoria y el reconocimiento de la justa batalla por la verdad, la libertad y la igualdad, por la fe en Dios y el respeto del hombre, para dignidad de cada uno y el amor a todos, valores por los cuales bregó incansablemente el nuevo beato de la Iglesia Católica.
En signo de agradecimiento al Santo Padre, la municipalidad de Marija Bistrica cambió el nombre a la plaza principal, la que en vez de “Plaza de la República” se denomina desde ese momento "Plaza del Papa Juan Pablo II”.

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